Un grupo de repartidores de la compañía Rappi protestó frente a las oficinas centrales de la empresa en Bogotá, para exigir mejores condiciones laborales.

Cerca de 100 repartidores de la empresa de comercio a domicilio protestaron frente a las oficinas de la capital colombiana, alegando falta de garantías laborales y exigiendo que la compañía se haga responsable de su salud en caso de sufrir algún accidente.

Los repartidores que se mueven en bicicleta denunciaron que permanecen en la informalidad, pues no están afiliados al sistema de salud, ni cuentan con pensión.

«De un pedido de $45.000 pesos , yo recibo $3.000», denunció un trabajador de Rappi a medios locales.

Durante la protesta, algunos «rappitenderos» quemaron las maletas naranjas de la empresa que usan para transportar los productos. «Es algo injusto, quienes se llenan los bolsillos son ellos y nosotros trabajamos con lluvia, sol», denunció otro trabajador.

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