Un tribunal de Estambul ha condenado este viernes en primera instancia a la popular bloguera turca Pinar Karagöz, más conocida por su nombre artístico “Pucca”, a cinco años y diez meses de cárcel, por un tuit sobre la ciudad de Medellín en el que, según la Fiscalía, incitaba al consumo de drogas.

El tribunal consideró como factor importante la capacidad de influencia de la bloguera, que tiene 1,9 millones de seguidores en Twitter y unos 623.000 en Instagram, además de haber publicado varios libros en los últimos años.

Los jueces pronunciaron una sentencia de 7 años de cárcel, rebajada a cinco años y diez meses, así como una multa de 66.660 liras turcas (unos 10.000 euros).

El tuit original no se ha dado a conocer, como es habitual en estos casos en Turquía, ya que su redifusión podría constituir otro delito, y no parece hallarse ya en la cuenta de Pucca.

La Fiscalía asegura que en el texto censurado, Karagöz describía la ciudad de Medellín en Colombia como capital del tráfico de drogas e ironizaba con la pobreza de los toxicómanos en Turquía.

La bloguera, que habitualmente escribe sobre temas como moda, amor y relaciones sociales, admitió haber hecho un chiste sobre el famoso narcotraficante colombiano Pablo Escobar, pero no aclaró su naturaleza.

“Si veis la serie de ‘Narcos’ y habláis de Escobar como yo, es probable que os caigan 5-10 años de cárcel”, escribió en noviembre pasado, cuando fue acusada.

Al enterarse de la sentencia, la bloguera, que tiene un hijo de corta edad, difundió un vídeo en el que entre lágrimas se pregunta cómo afrontar siete años de cárcel.

La defensa ha recurrido la sentencia, pero según el diario turco Sözcü, Karagöz tendrá que ingresar en la cárcel mientras el caso vaya a la siguiente instancia o hasta el Tribunal Supremo.

En las redes sociales, numerosos seguidores se indignaban con la condena e ironizaban con que es mayor que la que reciben muchos traficantes de droga.

La posesión y el consumo de estupefacientes, incluido el cannabis, están perseguidos en Turquía con penas de entre 2 y 5 años de cárcel.

EFE